Tokyo Aliens

Desde su primer dia en la secundaria, Tokyo Aliens nos presenta a Gunji Akira, un chico común y corriente… demasiado corriente, dirían algunos. Con notas mediocres, cero habilidades sociales y una obsesión con el que roza lo preocupante, su unica ambición es seguir los pasos de su padre fallecido y convertirse en policia. Noble, sí, pero en un mundo como el suyo, las buenas intenciones no siempre bastan. Y mucho menos cuando se mezclan con seres de otro planeta.

Todo cambia en un instante cuando Akira presencia una pelea brutal en el tren, protagonizada por dos sujetos con habilidades nada humanas. Uno de ellos, casualmente, es el misterioso chico guapo de su clase. El otro… bueno, digamos que no es precisamente de este mundo. En medio del caos, nuestro protagonista es secuestrado por un alien (sí, un alien de verdad), y lo que parecia una vida estudiantil tranquila se transforma en una pesadilla con tentáculos, rayos láser y secretos familiares enterrados.

Detrás de esta historia galáctica se encuentra NAOE, autor y artista que nos regala una mezcla brillante de ciencia ficción, comedia escolar y conspiraciones interplanetarias. En Tokyo Aliens, los extraterrestres no solo existen, sino que están infiltrados en la sociedad humana, y no todos vienen en son de paz. La narrativa se mueve entre lo absurdo y lo emocionante con una agilidad que hace que cada capítulo vuele, literalmente.

Pero más allá de los rayos cósmicos y los trajes especiales, el núcleo de la historia es emocional. La búsqueda de Akira no es solo por la verdad, sino por entender quién era realmente su padre… y qué tanto de ese legado vive en él. Porque a veces, lo que heredamos no son solo sueños, sino secretos que ni siquiera sabíamos que existían. Y cuando esos secretos vienen de otra galaxia, las respuestas pueden ser tan reconfortantes como aterradoras.

Tokyo Aliens es una aventura frenética, divertida y con ese toque de drama que nos recuerda que incluso los chicos normales tienen derecho a salvar el mundo… o al menos intentarlo sin morirse en el proceso. Es el tipo de que empieza con risas y termina con una revelacion que te deja mirando el techo por horas. Cuidado con los aliens, pero sobre todo, cuidado con lo que deseas saber.