Genocidal Organ

El mundo tal como lo conocíamos dejó de existir el día en que estalló Genocidal Organ, una historia que, aunque suena a ciencia ficcion, se siente más como una predicción lúgubre. Todo comenzó cuando Sarajevo fue borrada del mapa por un explosivo nuclear casero. Desde entonces, las grandes democracias del planeta han mutado en estados de vigilancia total, y las naciones en desarrollo… bueno, esas simplemente se desangran bajo una oleada interminable de genocidios. En medio de este caos, surge un nombre que parece repetir en todas las ruinas: John Paul, el enigmático estadounidense que podría estar detrás del colapso global.

Y como si esto fuera una partida de ajedrez con piezas humanas, entra en escena Clavis Shepherd, agente de inteligencia y capitán del destacamento I de operaciones especiales. Su trabajo no es bonito ni limpio: eliminar con precision quirúrgica a cualquier «obstaculo» que amenace el frágil equilibrio que queda. Pero algo no encaja. Cada misión lo acerca más a la pregunta que nadie se atreve a hacer: ¿que demonios es ese órgano genocida del que todos susurran? La respuesta, por supuesto, no viene envuelta en burocracia… sino en sangre.

Basado en la perturbadora novela del fallecido Itou Keikaku, alias Project Itoh, este no es para estómagos delicados ni para soñadores ingenuos. Las ilustraciones de Gatou Asou logran lo imposible: congelar el horror, la tension y la deshumanizacion en cada viñeta. Es como si las páginas respiraran ese mismo aire viciado de muerte y vigilancia que sofoca a los personajes. Y no, esto no es una simple historia de acción militar futurista. Es una autopsia literaria al alma del mundo moderno.

Lo más inquietante es que Genocidal Organ nunca se siente lejano. Habla de drones, de control mental, de tecnología disfrazada de libertad… cosas que ya forman parte de nuestro dia a dia. Te hace pensar si de verdad estamos tan lejos de esa distopia, o si simplemente hemos aprendido a vivir cómodamente dentro de ella. Y cuando crees haber entendido todo, el te lanza otra granada conceptual para recordarte que la verdadera guerra ocurre dentro del lenguaje, dentro de la mente.

Asi que no te confundas: esto no es un de balazos y héroes musculosos. Es una reflexión brutal sobre lo que queda de la humanidad cuando el terror se vuelve rutina, y las palabras pueden convertirse en armas de destrucción masiva. Genocidal Organ no se lee, se sobrevive.