Kings Game Extreme

En Kings Game Extreme, el horror no muere, solo cambia de colegio. Hace siete meses, Nobuaki Kanazawa sobrevivió a un infierno disfrazado de juego: una serie de ordenes macabras enviadas por un supuesto «Rey», que arrastró a su antigua clase a una espiral de muerte y desesperación. Ahora, como si cambiar de escuela sirviera de algo, Nobuaki intenta comenzar de nuevo… aunque en el fondo sabe que el pasado nunca deja de sonar. Y sí, suena como una notificación de mensaje de texto. Otra vez.

La nueva clase de Nobuaki no tarda en convertirse en el nuevo escenario del King’s Game, y esta vez él no piensa quedarse callado. Con un tono entre suplicante y paranoico, intenta advertirles a todos que no es un chiste, que cada orden debe cumplirse en menos de 24 horas, y que desobedecer no es una opcion, es una sentencia. Claro que, como era de esperarse, sus compañeros creen que está loco. Hasta que uno de ellos aparece muerto. Y luego otro. Y otro más.

Lo que hace que Kings Game Extreme sea aún más perturbador que su predecesor es cómo mezcla esa tensión psicologica con la desesperacion adolescente, sin dar respiro. Kanazawa Nobuaki, el escritor original, se une al arte impecablemente turbio de Kuriyama Renji para crear un que no solo te atrapa: te atraganta. Cada viñeta respira angustia, cada decisión se siente como cargar una pistola. Y lo peor es que el «juego» siempre va un paso adelante.

Por si no fuera suficiente con revivir el trauma, Nobuaki descubre que no es el único sobreviviente del pasado. Hay alguien más. Y no está buscando justicia, ni redencion. Solo quiere una cosa: ganar. Porque en este juego no hay lugar para héroes. Solo hay reglas. Y consecuencias. Y sangre. Muuucha sangre.

Kings Game Extreme no es solo una secuela. Es una pesadilla que se repite con más crueldad, con más cinismo y con menos esperanzas de salvación. Si alguna vez pensaste que el primer juego fue terrible, este es peor. Más oscuro, más retorcido y con menos margen de error. Aqui no se gana, solo se sobrevive… un poco más.