Gate

Gate: Jieitai Kanochi Nite, Kaku Tatakaeri de Takumi Yanai y con ilustraciones de Satoru Sao nos traslada a un día ordinario en el distrito de Ginza, Tokio, que se tuerce totalmente cuando surge un portal dimensional frente a las vitrinas de lujo. Lo que al principio parece un truco publicitario pronto se convierte en un caos total, pues de ese agujero intermundial emergen caballeros medievales, bestias voraces y tropas armadas decididas a conquistar las calles con su propio concepto de orden. Itami Youji, un soldado de las Fuerzas de Autodefensa y a la vez otaku declarado, observa estupefacto el desmadre mientras se pregunta si esto será un sueño muy raro o un escenario apocalíptico de esos que tanto ve en sus animes favoritos.

Ante el desborde de criaturas sobrenaturales y ejércitos de otra época, las Fuerzas de Autodefensa de Japón deciden contraatacar con toda la tecnología moderna a su alcance. El mando envía un equipo de reconocimiento a través del portal, liderado por Itami, que encarna la mezcla perfecta entre estratega militar y fanático de la cultura pop. Su misión es clara pero precaria: cartografiar ese mundo extraño, identificar las capacidades del imperio al otro lado y recopilar todo tipo de información valiosa para Tokyo. No faltan comentarios irónicos de Itami sobre la falta de wi-fi en el otro lado ni comparaciones entre la artillería imperial y sus mechones de pelo imaginarios.

Al pisar tierra firme del nuevo mundo, el escuadrón descubre una aldea hecha cenizas por un dragón escupefuegos. Entre los escombros y cadáveres, yace inconsciente una joven elfa en el fondo de un pozo, única superviviente de la masacre. Conmovidos por la escena, Itami y sus compañeros sienten su deber de caballeros modernos: advertir a poblaciones cercanas sobre la amenaza dracónica y ofrecer protección. En medio de la tensión, alguno de los soldados confiesa con un suspiro que esto es más emocionante que cualquier torneo de cartas o maratón de series que haya visto.

Mientras avanzan, el grupo de JSDF va reuniendo aliados insospechados, incluidas varias jóvenes dotadas de magia que se suman a la causa con sus propios motivos. Estas nuevas compañeras aportan conjuros y conocimientos autóctonos que resultan tan fascinantes como desconcertantes para el escuadrón japonés. Itami, dividido entre el deber militar y su lado otku, no puede evitar preguntar en voz alta si alguna de ellas sabe tocar el shamisen o si les gustaría echarse una partida de videojuegos retro.

Gate: Jieitai Kanochi Nite, Kaku Tatakaeri explora con chispa el choque cultural entre la tecnología contemporánea de Japón y la fantasía medieval más salvaje. El indaga en la tensión entre el honor del soldado y las ansias de aventura, mostrando cómo un simple portal puede trastocar perspectivas y lealtades. A medida que Itami equilibra su moral de militar profesional con sus fantasías de otku, el lector se ve arrastrado a un relato épico donde la responsabilidad y el deseo personal colisionan en cada página, dejándonos con ese sabor irónico y evocador que convierte la lectura en un gustito con algun que otro despiste ortográfico intencionado.