Dandadan Segunda Versión

El Dandadan, creado por Yukinobu Tatsu, es una mezcla explosiva de terror, comedia, y ciencia ficción que desafía cualquier intento de clasificarlo. Todo comienza cuando Momo Ayase, una adolescente con el corazón un poco magullado después de ser rechazada de forma brutal, se cruza con un chico obsesionado con lo oculto. Lo salva de unos abusivos, sin imaginar que ese acto de impulso la arrastrará a un mundo donde los fantasmas y los extraterrestres son tan reales como el caos que provocan. Lo mejor de esta historia es cómo logra convertir una simple discusión adolescente en un viaje completamente desquiciado, lleno de momentos absurdos, intensos y a veces, sorprendentemente tiernos.

El chico, cuyo entusiasmo por los alienigenas solo se compara con la incredulidad de Momo, intenta conectar con ella convencido de que comparten las mismas rarezas. Pero Momo, que solo cree en fantasmas, lo corta en seco, dándole una dosis de realidad que cualquiera reconocería como “cringe ajeno”. La discusión entre ambos escala rapidamente: él defiende a los extraterrestres, ella a los espíritus. Y como buenos adolescentes que son, terminan haciendo una apuesta para demostrar quién tiene razón. Él irá a un lugar embrujado y Momo visitará un sitio vinculado con lo oculto. Lo irónico, y lo más divertido, es que al final los dos estaban equivocados y acertados al mismo tiempo: tanto los fantasmas como los alienigenas existen. Y con eso empieza su desastre compartido.

Lo genial de Dandadan es cómo Yukinobu Tatsu logra equilibrar perfectamente el humor y el suspenso. Hay escenas que te hacen reír por lo ridículo de la situación, seguidas de momentos que te ponen los pelos de punta. El arte acompaña con una fluidez increible, lleno de detalles que capturan lo sobrenatural sin perder frescura. Las expresiones de Momo son una joya: pasa del susto absoluto al sarcasmo en cuestión de segundos, y eso crea una química visual que hace que el lector no quiera apartar la vista. La narrativa mantiene ese ritmo vertiginoso que te obliga a pasar las páginas una tras otra, con una curiosidad constante por ver cuál será el siguiente desastre que los protagonistas van a desatar.

Con el avance de la trama, Momo Ayase y su excéntrico compañero terminan metidos en un caos que crece sin parar. Cada encuentro con entidades paranormales o presencias de otro mundo añade un nuevo nivel de locura y peligro. Las persecuciones son frenéticas, los diálogos cargados de ironía, y los momentos emocionales aparecen justo cuando menos los esperas. Yukinobu Tatsu tiene un talento particular para crear situaciones que, por absurdas que parezcan, tienen una lógica interna tan sólida que uno termina aceptando lo imposible como si fuera algo cotidiano. Entre cada batalla y cada grito de horror hay también pequeños gestos de amistad, confianza y vulnerabilidad que le dan un toque muy humano a esta historia tan fuera de serie.

En el fondo, Dandadan es mucho más que un sobre fantasmas, extraterrestres y fenómenos paranormales. Es una reflexión divertida y caótica sobre las creencias, sobre cómo lo desconocido puede unir a personas completamente distintas, y sobre la delgada linea entre el miedo y la curiosidad. Cada capítulo es una invitación a explorar lo absurdo con una sonrisa, a aceptar que el mundo está lleno de misterios y que a veces lo más raro es lo que nos hace sentir más vivos. Con su estilo único, su humor irreverente y su arte cargado de energia, Yukinobu Tatsu logra que Dandadan sea una experiencia que se disfruta con los ojos, con la risa y con el corazon.