Yuuma Azawa es un estudiante transferido con un extraño hábito: no puede dejar de disculparse. Apiadándose de él, Keiko Arisu, su nueva compañera de clase, le insiste en que deje de hacerlo, pero Yuuma sólo responde con una retahíla de disculpas. Los extraños encuentros continúan cuando Keiko se da cuenta de que una extraña chica la sigue, proclamando inquietantemente que quiere chuparle los sesos. Huyendo despavorida, Keiko se cruza en el camino de un camión y acaba hospitalizada. Yuuma visita a Keiko en el hospital y le confiesa que la chica que conoció es su hermana pequeña, Chizumi. Haciéndose amiga de Chizumi, Keiko descubre el oscuro pasado de Yuuma: una vez invocó al diablo y se obsesionó, pidiendo perdón profusamente como forma de ofrenda malvada. Aún asustada, Keiko regresa a la escuela; sin embargo, los cerebros de todos se derriten de forma aterradora y, según Chizumi, son las disculpas de Yuuma las causantes. Keiko consigue escapar antes de correr la misma suerte, pero las miserias y desgracias que acontecerían a los que rodean a los demoníacos hermanos parecen ser sólo el principio.