Aitsu No Kanojo

Aitsu No Kanojo, creado por Nikumaru tanto en la historia como en el arte, nos sumerge en el turbio y electrizante último año de instituto de Riku, un chico común cuya mente no puede despegarse de Shizuku, la hermosa chica que ha conquistado su corazón y sus sueños. No hablamos de un simple enamoramiento pasajero, sino de ese tipo de obsesion que llega a invadir el descanso y se cuela en las horas más silenciosas de la noche. Como si su presencia en el día no fuera suficiente, Shizuku se ha convertido en un fantasma persistente en su mente, un constante recordatorio de lo que Riku quiere y no debería tener. Porque, claro, la cosa no es tan simple: Shizuku es la novia de su mejor amigo. Y ahí es donde la cosa empieza a ponerse verdaderamente peligrosa.

Abril marca el comienzo de ese último año en el instituto que debería ser para disfrutar y despedirse con amigos, pero que para Riku se convierte en una montaña rusa emocional con curvas peligrosas. El primer día de clase no es un simple reencuentro con los rostros familiares, sino el inicio de un juego arriesgado donde las reglas están hechas para romperse. Shizuku, la chica que despierta todos sus deseos, no solo se cruza en su camino, sino que parece que ha decidido no mantener distancia. Más bien al contrario, se acerca a Riku con una audacia inesperada, dejándole claro con sus palabras y acciones que está dispuesta a cruzar límites que nadie debería atreverse a pisar. Cuando una persona que es la novia de tu mejor amigo te dice «haz lo que quieras conmigo», la sensación no es solo de confusión, sino también de peligro y excitacion a partes iguales.

Lo que hace realmente fascinante a Aitsu No Kanojo es la manera en que Nikumaru retrata esa mezcla de inocencia y descontrol que caracteriza a la adolescencia, con un pulso firme y un trazo expresivo que captura cada emoción con precisión. La historia no se limita a un simple triángulo amoroso cliché, sino que explora las complejidades de la lealtad, el deseo y la traicion, todo enmarcado en el microcosmos que es el último año del instituto. Riku no solo debe lidiar con sus propios sentimientos, sino también con la inevitable presión de la amistad rota y las consecuencias que vienen con cruzar líneas invisibles. Cada página de este vibra con tensión, como una cuerda de guitarra a punto de romperse.

Además, el contexto del instituto añade un extra de intensidad. El último año es ese momento donde las decisiones pueden cambiarlo todo, y donde cada pequeño secreto se siente como un terremoto a punto de estallar. La relación prohibida que se va gestando entre Riku y Shizuku no solo pone en jaque su moralidad, sino que también desafía las expectativas sociales que pesan sobre ellos como jóvenes a punto de entrar al mundo adulto. Es esa mezcla de rebeldia contenida y deseo desbordado la que hace que Aitsu No Kanojo sea mucho más que una historia de romance. Es una historia de lucha interna, de la batalla entre lo correcto y lo que realmente quieres, aunque sepas que te puede destruir.

Finalmente, la narrativa de Nikumaru consigue que el lector se sienta atrapado en ese torbellino emocional, con personajes que no son perfectos pero que resultan profundamente humanos. La incertidumbre, el miedo al rechazo, la tentacion irresistible y la culpa se entrelazan en cada escena, haciendo que sea imposible despegarse del hasta conocer cómo terminará esta peligrosa danza. Porque, seamos honestos, ¿quién no ha sentido alguna vez ese amor prohibido que hace que el corazón se acelere y la razón se pierda? Aitsu No Kanojo no solo refleja esa experiencia, sino que la magnifica con un toque que solo el puede lograr. En resumen, Aitsu No Kanojo es una montaña rusa de emociones, un choque de pasiones en el último año del instituto que combina con maestría el drama, la intriga y el romance peligroso. La obra de Nikumaru es perfecta para quienes buscan un que no solo entretiene, sino que también hace reflexionar sobre lo complicado que puede ser el amor cuando las reglas y los sentimientos chocan de frente.