Lost Lad London

En Lost Lad London, la ciudad del Big Ben y la puntualidad británica se convierte en el escenario de una pesadilla meticulosamente disfrazada de rutina. Al Adley, un joven universitario de origen asiático, solo queria estudiar tranquilo, trabajar en lo que pudiera y evitar conflictos, incluso los familiares. Nada de dramas, nada de sobresaltos… hasta que el mismisimo alcalde de Londres aparece asesinado en el metro. Y claro, ¿a que no adivinas quien estaba en el mismo tren? Exacto.

Shinya Shima, autor y artista de esta obra elegante y sombría, nos mete de lleno en un thriller policial que no necesita gritos ni persecuciones para ponerte los pelos de punta. Porque cuando Al encuentra un cuchillo ensangrentado en el bolsillo de su abrigo, la paranoia no tarda en hacer acto de presencia. ¿Lo pusieron ahi? ¿Lo olvidó? ¿Fue sonambulo y homicida al mismo tiempo? La historia no da respuestas faciles, y eso es parte de su genialidad.

Entra entonces Lenny Ellis, un inspector de policia tan obsesionado con la justicia como con sus propios fantasmas. Marcado por un error del pasado, Ellis no quiere volver a cargar con otra conciencia manchada. Por eso, en lugar de apresar a Al de inmediato, decide escucharlo. Y asi comienza una alianza tan extraña como poderosa: la del sospechoso y el investigador que se niega a aceptar las cosas tal como se las dan masticadas.

Lost Lad London brilla no solo por su dibujo sobrio y preciso, sino por esa atmosfera casi silenciosa donde la tension se cocina a fuego lento. Londres aparece como un personaje más: gris, vasta, indiferente. Las estaciones del metro no solo conectan barrios, sino destinos truncados y verdades enterradas. Cada escena parece decirnos que, en un sistema donde la apariencia lo es todo, cualquiera puede ser culpable si se encuentra en el lugar y momento equivocados.

Ganadora en el 25º Japan Media Arts Festival, esta obra no necesita de artificios para atraparte. Lo hace con la misma sutileza con la que un cuchillo se desliza en un bolsillo ajeno. Lost Lad London no es solo un de misterio: es una radiografía social, un cuento de alienación y, sobre todo, un grito silencioso desde los márgenes de la ciudad. Porque a veces, no basta con ser inocente. Hay que probarlo.