Amagami-san Chi no Enmusubi

Amagami-san Chi no Enmusubi arranca con un giro del destino bastante peculiar para Uryuu Kamihate, un chico huérfano que finalmente encuentra un lugar donde lo aceptan: el místico y algo caído en desgracia Santuario Amagami. El problema es que, aunque el ambiente huele a incienso y tradiciones, Uryuu no cree en nada de eso. Es un ateo declarado que ve los rituales como actuaciones sin sentido, lo que lo convierte en el inquilino menos compatible con su nuevo hogar… que por cierto, está lleno de diosas en entrenamiento.

Y sí, no estamos hablando de entidades divinas sino de las tres hermanas Amagami: Yae, Yuna y Asahi, que sirven como miko en el santuario. Cada una parece sacada de un anime distinto. Yae, la mayor, tiene una dulzura que roza lo infantil y parece vivir en una nube de arroz y té. Asahi, la menor, es una bola de energia con cero filtro y muchas bromas. Y Yuna… bueno, Yuna es la dosis de hielo que todo necesita. Fría, lógica y muy poco receptiva con un chico que no cree en nada de lo que ella representa.

Convivir con tres chicas no es facil, y menos cuando una de ellas parece querer exorcizarte con la mirada. Pero a medida que Uryuu se adapta a su nueva vida, va desenredando, casi sin querer, los nudos que amarran su incredulidad. Naitou Marcey, autor e ilustrador de esta historia, logra balancear momentos divertidos con preguntas profundas sobre la fe, la familia y el papel de uno mismo en medio de las expectativas ajenas. Todo con ese toque de romance enredado que hace que uno no sepa si reir o gritarle a los personajes por ser tan densos.

Y cuando parece que Uryuu por fin encuentra algo de equilibrio… aparece el abuelo. Porque sí, el viejo Chidori Amagami no está para juegos y lanza una bomba nuclear disfrazada de condición: si quiere quedarse, debe casarse con una de las hermanas y heredar el santuario. Nada de papeleo ni entrevistas de trabajo, aquí todo se resuelve con un anillo (y tal vez un poco de karma). Uryuu pasa de ser un ateo sin rumbo a un potencial sacerdote con suegro incluido. Nada mal para un chico que solo queria un techo.

Amagami-san Chi no Enmusubi es una mezcla de romance, comedia y dilemas existenciales embotellados en una historia ligera y encantadora. Si alguna vez te preguntaste que pasaría si juntaras a un cientifico del realismo con tres sacerdotisas de anime, esto es lo que obtienes. Y lo mejor: cada capitulo se siente como una pequeña ceremonia que termina dejandote con más preguntas, y una sonrisa.