Bleach Maximun

En Bleach, la vida de Ichigo Kurosaki no es precisamente normal, aunque él jure lo contrario. Desde que tiene memoria, puede ver espiritus. Fantasmas de gente que ya estiro la pata, vaya. Pero Ichigo, fiel al manual del adolescente japonés estoico, decide ignorarlo y seguir como si nada, hasta que una noche encuentra en su cuarto a una chica vestida como samurai que dice llamarse Rukia Kuchiki. ¿Y qué hace uno cuando aparece una extraña armada con katana en tu dormitorio? Pues sí, lo logico: involucrarse en una guerra espiritual milenaria.

Resulta que Rukia es una Soul Reaper, algo asi como una shinigami de oficina, encargada de guiar almas al otro mundo y cazar a los Hollows, espiritus corruptos que se alimentan de los vivos y muertos por igual. En medio de una pelea con uno de estos bichos, Ichigo intenta proteger a su familia y termina absorbiendo por accidente todos los poderes de Rukia. Así, sin querer queriendo, pasa de estudiante de secundaria a exterminador de fantasmas de tiempo completo. Cosas que pasan en la vida, ¿no?

Lo que empieza como un trabajo temporal para cubrirle las espaldas a Rukia pronto se convierte en una aventura que va escalando sin freno. Entre misiones espirituales, peleas con katanas imposibles y enemigos que se multiplican como spoilers en redes sociales, Ichigo forma un grupo de aliados igual de extraños que él. Ahí están Orihime Inoue, con sus poderes de sanación rarísimos, y el estoico Yasutora Sado (también conocido como Chad), que desarrolla fuerza sobrehumana y una calma que ya la quisieran muchos maestros zen.

Kubo Tite, elka responsable de esta locura épica llamada Bleach, mezcla con maestria batallas brutales, dilemas existenciales y tramas que cruzan dimensiones enteras. Su estilo visual es afilado, lleno de sombras dramáticas y poses que harían llorar de envidia a cualquier modelo de pasarela sobrenatural. Pero más allá de la acción, lo que engancha es ese sentido de identidad: el peso de tener un poder que no pediste, pero que no puedes ignorar. Porque en el fondo, Bleach es sobre eso: cargar con lo que no te tocaba y aún asi plantarte firme.

Y mientras Ichigo se sumerge más en el mundo de los espiritus, descubre que el verdadero enemigo no siempre tiene una mascara o una espada. A veces, la batalla está en uno mismo, entre lo que fuimos y lo que podemos llegar a ser. Asi que si creías que esto era solo otro de peleas… souka, mejor agarrate bien.