Boruto Two Blue Vortex

En Boruto Two Blue Vortex, la paz nunca dura mucho tiempo… y mucho menos en el mundo ninja. Esta nueva entrega continúa el legado de Boruto: Naruto Next Generations, pero lo hace con un tono más oscuro, más maduro y, por momentos, brutalmente melancólico. Bajo la pluma de Masashi Kishimoto y el arte detallado de Mikio Ikemoto, esta historia nos lleva varios años después de la caida de Isshiki Otsutsuki, con un Boruto Uzumaki que ha dejado de ser un niño testarudo para convertirse en un joven marcado por el exilio, la culpa y un destino que parece jugarle en contra.

Boruto ya no corre por el tejado de la aldea gritando tonterías; ahora camina en la sombra, con cicatrices invisibles que pesan tanto como el deber que lo empuja. Tras años de entrenamiento fuera de Konoha, vuelve a un mundo que ya no reconoce, acechado por Code y los retazos podridos de la organización Kara. Pero no se trata solo de pelear bien, sino de decidir a quién proteger, a quién enfrentar… y qué partes de uno mismo deben morir para seguir adelante. Porque a veces el enemigo no esta afuera, sino en lo que te obliga a convertirte.

Por supuesto, no todo gira en torno a Boruto. Sarada Uchiha está dejando atrás la sombra de su apellido para convertirse en una figura clave de la nueva generacion. Inteligente, poderosa y emocionalmente desgastada, Sarada se enfrenta a una lucha distinta: la de sostener la paz cuando todo parece a punto de romperse, incluida su relación con Boruto. Y mientras Mitsuki, Kawaki y otros rostros conocidos se suman al tablero, las lealtades empiezan a desdibujarse como tinta bajo la lluvia.

Lo mejor de Boruto Two Blue Vortex no son solo las peleas espectaculares ni los jutsus imposibles, sino esos momentos entre líneas, cuando los personajes se quiebran, dudan, recuerdan o simplemente no saben que hacer. Es en esos silencios donde esta historia brilla, porque no hay jutsu que cure el vacío de una traición, ni técnica prohibida que repare una amistad rota. Todo eso está aqui: los golpes, las lágrimas, y esa sensación de que crecer, a veces, es más aterrador que cualquier enemigo.

Así que no, esto no es solo una secuela más. Es una historia que entiende que el verdadero poder no está en destruir montañas, sino en cargar con el peso del pasado mientras se abre paso hacia un futuro que nunca esta garantizado. Boruto Two Blue Vortex no solo honra el legado de Naruto, sino que lo desafía. Y eso, para muchos, ya es decir mucho.