Kyokou Suiri

En Kyokou Suiri (InSpectre), lo absurdo se vuelve cotidiano desde el primer momento: una niña de 11 años es secuestrada por youkais y, en vez de llorar o pedir ayuda, acepta convertirse en la Diosa de la Sabiduria a cambio de su ojo derecho y su pierna izquierda. Así empieza la historia de Kotoko Iwanaga, una joven aparentemente frágil pero con una determinación que haría temblar a cualquier criatura del más allá. Desde entonces, cuando los monstruos del folclore japonés tienen problemas (y vaya que los tienen), ella es su terapeuta, su abogada y su juez… todo en una sola pierna.

Años después, y ya con 17 encima, Kotoko sigue resolviendo conflictos paranormales como quien responde mensajes de WhatsApp a medianoche. Es entonces cuando entra en escena Kurou Sakuragawa, un universitario de 22 años que acaba de terminar con su novia por algo completamente comprensible: ambos se toparon con un kappa y él simplemente huyó. Kotoko, que lleva años viéndolo como su crush inalcanzable, decide que esa es su oportunidad de oro. Total, ¿quién necesita romanticismo cuando tienes un historial médico sobrenatural y una pierna ortopédica?

Shirodaira Kyou, el cerebro detrás de la historia, y Katase Chashiba, encargado del arte, construyen en Kyokou Suiri un universo donde el misterio y el romance se mezclan como sake con soda. Cada caso que llega a las manos de Kotoko es una mezcla de lógica retorcida, folklore japonés y relaciones humanas a medio cocer. Y Kurou, lejos de ser el típico chico guapo e inútil, esconde algo mucho más oscuro y complejo bajo esa fachada de universitario despistado. Spoiler: tiene habilidades que ningún humano comun debería tener… y eso lo hace un aliado perfecto para Kotoko.

Lo mejor de todo es que, entre exorcismos y deducciones, lo que realmente brilla es la dinamica entre estos dos protagonistas. Ella, con su intelecto afilado como cuchilla; él, con una calma que raya en lo escalofriante. No es una historia de amor al uso, ni tampoco un thriller al 100%. Es una especie de comedia macabra con toques de detective sobrenatural y diálogos que te hacen pensar… o al menos sonreir con incomodidad.

En definitiva, Kyokou Suiri es una de esas series que no sabes si estas leyendo por la trama, los personajes o por el puro placer de ver cómo se desarma la lógica en cada página. Es extraña, es inteligente, es adorable en su rareza. Y lo mejor: no necesita monstruos para dar miedo, porque a veces lo más inquietante es el silencio entre una pregunta y su respuesta.