Momose Akira No Hatsukoi Hatan-Chuu

En Momose Akira no Hatsukoi Hatan-Chuu, la nostalgia no es un simple recuerdo dulce, sino una fuerza que te agarra del cuello y te arrastra de vuelta al pasado… aunque vivas en medio del campo. Hajime Kugayama es ese tipo de chico tranquilo, silencioso, que parece que nunca va a hacer olas en su vida. Vive su rutina campestre entre paisajes pintorescos, arrozales brillando al sol y esa melancolía que solo se siente cuando todo a tu alrededor parece quedarse igual mientras vos cambias sin darte cuenta. Pero todo se desestabiliza cuando reaparece Akira Momose, su antigua compañera de clase y, claro, su amor platónico de aquellos dias escolares que parecían eternos.

Justo cuando Hajime se habia resignado a mirar desde lejos, a aceptar que algunas cosas solo existen para doler un poco bonito, Akira decide romper todos los esquemas. Ella se le acerca, sin rodeos, con una naturalidad tan desarmante como refrescante. No es la tipica chica que viene a rescatar al protagonista con brillos en los ojos; Akira es directa, viva, y también parece estar arrastrando sus propios fantasmas. Lo que empieza como un reencuentro casual se convierte en una historia donde el pasado y el presente se chocan de frente sin pedir permiso.

Harekawa Shinta, el autor y artista detrás de esta obra, nos regala una narrativa cargada de emociones contenidas, silencios que dicen mas que mil palabras y escenas en las que el viento sopla justo cuando los personajes no saben qué decir. En Momose Akira no Hatsukoi Hatan-Chuu, no hay necesidad de grandes giros ni melodramas extremos. Lo que brilla es esa tensión suave pero constante entre dos personas que, sin darse cuenta, todavía se están buscando. El dibujo, sencillo pero lleno de expresión, acompaña perfectamente esa atmosfera de juventud que se escapa de las manos como el agua entre los dedos.

El nos habla del primer amor, pero no de ese que arde con intensidad descontrolada, sino del que se queda guardado, callado, esperando en una esquina del corazon. Hajime no es un héroe, es un chico normal lidiando con sentimientos que no sabe si revivir o enterrar de una vez. Y Akira, con sus acciones inesperadas, parece estar en la misma lucha interna. Es una historia sobre lo que pudo ser, lo que todavia puede ser, y lo que tal vez nunca sera, pero igual vale la pena sentir. Porque a veces el amor no llega con fuegos artificiales, sino con conversaciones incómodas, miradas que se esquivan y silencios que lo dicen todo.

En definitiva, Momose Akira no Hatsukoi Hatan-Chuu no busca sorprender con tramas rebuscadas ni personajes estrafalarios. Su fuerza está en lo cotidiano, en lo que todos hemos sentido alguna vez y nos da vergüenza admitir. Es un que te acaricia con una mano mientras te clava el dedo en la herida con la otra, y lo hace con una delicadeza que desarma. Si alguna vez tuviste un amor que no supiste cómo manejar, este te va a doler en el mejor sentido posible.