Sailor V

Mucho antes de que la luna brillara sobre Tokio, Sailor V ya pateaba traseros con estilo, minifalda y mucho, mucho caos adolescente. En esta precuela algo olvidada pero absolutamente legendaria, Minako Aino, una chica de 13 años con más energia que sentido comun, se convierte en la primera justiciera enmascarada del universo mágico creado por Takeuchi Naoko. Porque si vas a luchar contra el mal, más vale hacerlo con un traje llamativo, un gato parlante y una actitud que diga: no tengo idea de lo que hago, pero igual voy a salvar el mundo.

La vida de Minako era más o menos normal… si ignoramos el detalle de que es hiperenamoradiza, adicta a los videojuegos y estrella del equipo de voleibol de su colegio. Todo cambia cuando un gato blanco la interrumpe justo cuando iba a hablar con su crush. Ese gato, que se presenta como Artemis, no solo arruina el momento romántico, sino que le entrega un espejo mágico y una pluma con poderes que básicamente le dicen: felicidades, ahora eres una guerrera mágica. Porque claro, la adolescencia no era lo suficientemente complicada.

Convertida en Sailor V, Minako empieza a combatir a la temible Dark Agency, una organizacion siniestra que se dedica a absorber la energia de los humanos porque aparentemente no existen los cargadores de alma. Entre peleas alocadas, transformaciones espectaculares y momentos de puro drama hormonal, nuestra heroina intenta balancear su doble vida sin dejar de soñar con el amor (aunque a veces no recuerde ni el nombre del chico que le gusta esa semana).

Lo genial de Sailor V es que no intenta ser perfecta. Minako es un desastre glorioso que comete errores, se distrae con cosas tontas y a veces se transforma sin motivo real, pero es justamente eso lo que la hace tan entrañable. Su historia es una mezcla de comedia absurda, acción desenfrenada y magia noventera que te deja con una sonrisa boba en la cara y una sensación de nostalgia en el pecho. Y todo esto, mucho antes de que Sailor Moon hiciera su gran entrada.

Takeuchi Naoko, la mente maestra detras de este universo brillante y lleno de brillantina, nos regala en Sailor V una heroina que brilla por su imperfeccion, su entusiasmo desbordado y su incapacidad de rendirse incluso cuando todo sale mal. Porque al final del dia, salvar el mundo mientras lidias con granos, examenes y corazones rotos es una verdadera hazaña. Y Minako, con todo y sus torpezas, se convierte en la pionera de una generacion de guerreras mágicas.